jueves, 1 de diciembre de 2011

Discurso de Ricardo Martín Almada. Lanzamiento del Libro: Política Exterior del Gobierno de Los López - CASO NUEVA BURDEOS 1855

He elegido investigar sobre la Historia de nuestro País, porque es necesario saber quienes fuimos para reconstruir el destino de nuestra nación. Es importante la historia de un pueblo, porque el hombre como tal, cualquiera sea su ubicación en la sociedad, mantiene contacto permanente con los valores acumulados durante siglos y milenios. El pasado enseña la historicidad del pensamiento, la idea del progreso y el desarrollo. Ayuda al individuo a conocer sus propias raíces, los vínculos con su pueblo, con sus esperanzas y realizaciones. Por otra parte, la historia NO es un mero conocimiento, ella es una fuerza ideológica y moral, que debe fijar en la conciencia del hombre, el optimismo histórico, del progreso sobre el atraso. Desde 1870, los invasores se han encargado de mutilar nuestras raíces, persistiendo así en su propósito, el genocidio de la raza guaraní. Hoy en día, somos cualquier cosa menos paraguayos. No contamos con identidad cultural real. Nos tomamos por una raza guaraní que habitó hace más de un siglo en este territorio, pero defendemos modelos e intereses brasileros, argentinos y norteamericanos. Un ejemplo, realmente humillante, es la nueva muralla de mburuvicha róga, la cual fue construida como una copia exacta, en formas y colores, de la muralla de la embajada norteamericana, que a primera vista y subliminalmente, indican un anexo de la embajada. Dejemos de repetir como burros, la ficción creada por los invasores, que tuvieron el tupé de imponerla como “nuestra historia’’ que no es más, que una secuencia de caprichos.. que más que historia, parece una novela sentimentalera y de las peores. Al investigar sobre el Paraguay de Gaspar Rodríguez de Francia y los López me di cuenta, que nos impusieron una realidad que ellos consideran “no peligrosa para sus intereses”. Nos cortaron de nuestros ancestros y del conocimiento milenario, que constituye la riqueza de cada uno de los pueblos, que los hace únicos y los diferencia dentro de su especie. En pocas palabras, nos hicieron esclavos de su ideología, esclavos de sus intereses, esclavos de su sistema, que solo a ellos beneficia, pero que se sustenta en nuestro trabajo, nuestros bienes, nuestras riquezas naturales, nuestro dinero… y esa, es “la moral de esclavos’’ que nos inculcan todos los días, para alienar a un pueblo que antaño fuera guerrero, libre y digno. Percibo dos formas de analizar la historia: Una como la describe Leon Pomer, la que escribieron los triunfadores, sus parientes, descendientes y amigos, obviamente en su versión de las cosas… siendo la mayoría de los libros de Historia, intensamente subjetivos y meramente descriptivos y la tarea se reduce a citar hechos considerados significativos y a ordenarlos cronológicamente. No constituyen el resultado de una investigación seria, realizada en todas las instancias del análisis de la realidad objetiva, sino no más bien recopilación, con criterio parcialista, que reemplaza la realidad por los deseos, sin concatenar todos los hechos de las clases sociales, tanto en lo nacional como en lo internacional, amén de una bibliografía generalmente insuficiente, la mayoría de las veces, dogmáticamente seleccionada. Momentos cruciales en la vida de la nación, como la guerra de la Triple Alianza, guerra financiada con capitales ingleses, es presentada de una manera general, sin analizar las causas reales de la contienda bélica, así como las leyes objetivas de ese período. El enfoque socio-económico es sustituido por una interpretación fantasiosa. Nada se sabe en torno a los factores sociales y políticos, que influyeron en todo el desarrollo sucesivo de la nación guaraní. La otra Historia, es la contada por los investigadores de una manera objetiva, analizando el contexto en los diferentes períodos, en sus interconexiones sociales y económicas, destacando los hechos rectores en los procesos históricos de fondo, computando la intensidad de los procesos sociales, desentrañando las leyes objetivas y subjetivas de cada momento histórico y penetrando de esta manera, en la esencia de lo social y nacional, ampliando los marcos cronológicos y temáticos de la investigación, penetrando en cada período que se estudia. Tomando el segundo enfoque de análisis mencionado, expondré algunas referencias de aquellos tiempos: Para ello, traigo a colación, una publicación en “L´ILLUSTRATION”, el diario francés en la época, que comentaba lo siguiente: “Don Carlos Antonio López ha hecho mucho por la prosperidad interior del Paraguay. sobre su administración esclarecida el Paraguay ha llegado a ser, un perfecto estado organizado, cuyas exportaciones crecen todos los días… Continúa diciendo el diario: … el Paraguay posee vías férreas, líneas telegráficas, astilleros, altos hornos para la producción de instrumentos de labranzas y armamentos, canales y un servicio regular de barcos a vapor.. Los principales recursos del Paraguay provienen de la agricultura; solamente la yerba mate o The del Paraguay hace ingresar todos los años, diez millones de francos, o sea, 2 millones de pesos en las cajas del Estado, que tiene el monopolio de la explotación y venta. Después viene el tabaco que es excelente, los cueros, las maderas, etc. El Estado no tiene deudas, al contrario, él cuenta con una fuerte reserva metálica, cosa muy rara para no ser remarcada. Fin de citación. El Paraguay no contrajo ningún empréstito de ningún país. Carlos Antonio López señalaba que los países más atrasados e infelices de ambos continentes, son los que más empréstitos han hecho. Según sus palabras: “recomiendo a los hombres del Paraguay no traer dinero para proporcionar un alivio engañoso. El deber - decía- no es humillar a la nación en este mendigar lo ajeno, cuando en casa hay brazos y salud” . La política llevada a cabo en el aspecto monetario, fue la emisión del papel moneda en 1847, creando el Paraguay su propio sistema monetario, lo cual significaba, un gran desafío para el sistema monetario impuesto por los ingleses y basado en el patrón oro. La nación respondía por su valor con una inmensa riqueza. Don Carlos, refiriéndose a la emisión del papel moneda, expresaba en el Congreso de 1847, el único país que hoy puede realizar la operación como corresponde, es la república del Paraguay, porque es el único que tiene capitales existentes, grandes y valiosas propiedades territoriales, garantías sólidas y seguras y ninguna deuda interior ni exterior. En 1865, poco antes del inicio de la guerra, el país era reconocido, como el más adelantado en Sudamérica y con mayor poderío económico. La doctrina económica paraguaya contrarrestaba con el liberalismo prevaleciente entre las clases gobernantes del resto de Sudamérica. Como represalias, los países en el Plata, Inglaterra y Francia, crearon una imagen distorsionada y desfavorable sobre el Paraguay, para desacreditar el ejemplo y justificar sus planes. Dicha experiencia guaraní, se caracterizó por asegurar al pueblo paraguayo, prosperidad, libertad, plena conciencia de soberanía y dignidad, razón suficiente para que Inglaterra hiciese planes de destrucción de la nación independiente y soberana, puesto que el Paraguay constituía un peligroso ejemplo para las naciones vecinas, por su experiencia autónoma así como un obstáculo para sus planes de penetración, dominación y explotación. Analicemos brevemente el contexto internacional, para tener una visión más clara de nuestra realidad local. El atraso industrial de España, impedía proveer a sus colonias, de productos manufacturados y herramientas artesanales, elementos que Inglaterra suministraba con una gran variedad, precio y calidad, gracias a su gran desarrollo económico generado por la revolución industrial. España fue convirtiéndose en una potencia intermediaria, para las manufacturas europeas destinadas al nuevo mundo, recibiendo a cambio, oro y plata, terminando como un imperio comisionista. Inglaterra fue tomando fuerza en el nuevo mundo, por medio de la exclusividad del tráfico de esclavos y el contrabando, como mecanismo para evitar la costosa intermediación de España. Para afianzarse, creaban puertos libres, siendo algunos de estos, las islas Malvinas, Montevideo y Buenos Aires, logrando así, uno de sus objetivos principales: el monopolio comercial y la integración de dichas ciudades al capitalismo industrial, para lo que crearon el sistema patrón oro. Es por eso, que Inglaterra consideraba pecado mortal, levantar proteccionismo que aíslen a los ingleses de cualquier mercado nacional latinoamericano o impedirles que inviertan su excedente de capital, en tierras y servicios públicos, a fin de obtener más beneficios. Inglaterra enarbolaba la bandera del liberalismo económico, es decir, que todos tengan la libertad de comerciar libremente, sin restricciones ni limitaciones de ningún tipo, EN LA TEORIA. Lo que en la realidad, eso significaba, es que todos tenían la “libertad” de comercializar CON Inglaterra, EN las condiciones de Inglaterra, y de vender las materias primas a precios muy ventajosos PARA Inglaterra. Por lo tanto, a Inglaterra no le convenía, como negocio ni como ejemplo, la política del Paraguay. Con el fin de evitar la competencia extranjera y la unión de los países de América, que ponga en peligro su poderío político-económico, fue creando republiquetas dependientes de su financiación, que trabajaban para proveer a sus industrias de las materias primas necesarias al más bajo costo. La creación de la colonia nueva Burdeos, se ve inmersa en todo el contexto citado anteriormente, 1) La política paraguaya de desarrollo moderno, en este caso, agrícola. 2) La permanente agresión tácita del imperio británico y por su influencia, de los países vecinos. Esta primera inmigración, prueba una vez más, las calumnias vertidas sobre el Paraguay en aquellos tiempos, ya que luego de disolverse a los 8 meses de su creación, por instigación británica, los propios colonos franceses pidieron volver al Paraguay, desconociendo sus derechos de súbditos del Imperio francés que regían en toda Latinoamérica, para someterse a las leyes paraguayas, con tal de volver a habitar nuestro suelo. El contexto histórico, que vivimos actualmente en los festejos del Bicentenario, nos obliga a: 1) reclamar la devolución del los archivos de gobierno e historia paraguaya, obrantes en poder del gobierno brasilero, sustraídos de nuestro país como botín de guerra; 2) Recuperar la espadín de mando, símbolo de la patria, que el Mariscal Francisco Solano López, defendió con su vida. 3) Anular definitivamente el tratado de la triple alianza, que en su artículo 17, claramente expresa que “es perpetuo” y los hechos nos muestran, que los gobiernos vecinos, lo siguen ejecutando.

1 comentario:

  1. Fueron muy importantes cuanto han dicho, el presentador, el prologuista y el invitado de honor el Dr. Washington Ashwell y sumadas las palabras del autor, que se transcribe aqui, s me abrió una gran pregunta, o quizás miles de preguntas sobre la historia política, social y económica del Paraguay del Siglo XIX que uno se queda con las ganas de leer el libro, seguro de encontrarse con, por lo menos una respuesta sobre una pregunta que quizás nunca me la hice: ¿Si esta colonia de franceses hibiera prosperado, se hubiera evitado la guerra de la triple alianza, o la guerra comenzó con ese fallido intento de la instalación de una colonia francesa en el Paraguay?
    No lo sé: lo voy a averiguar leyendo el libro; al menos voy por esa respuesta.

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